CÓMO LUCIRSE A LA HORA DE BEBER UN BUEN VINO – PARTE 2
Comprobar el corcho, ¿para qué sirve?
Cuando seleccionamos el vino y el summelier lo trae a la mesa, él debe, como mencionamos en la primera parte de esta serie, mostrar la botella con su etiqueta principal hacia arriba, para que puedas validar si realmente fue esa tu elección. Aprovecha el momento y verifica que la botella esté bien sellada, incluso con la cápsula (que cubre el corcho), nunca aceptes una botella que llegó a tu mesa sin sellar.
Cuando el summelier abre la botella, debe ofrecerte el corcho, ¿qué hacer con él? No necesariamente tienes que tomarlo, pero no está mal si lo haces. Comprueba si está húmedo, pero ten cuidado, si está demasiado húmedo, indica que el aire ha entrado más de lo que debía y si está dañado y demasiado seco, puede indicar que la bebida se almacenó en posición vertical (y no acostada, como se indica).
¿Oler el corcho o no?
No huelas el corcho, el corcho da poca pista sobre la calidad del vino y, siguiendo las instrucciones anteriores, ya has logrado extraer tanta información como podría proporcionarte, excepto que tengas un gran sentido del olfato selectivo, porque con él podríamos evaluar si la bebida está en perfectas condiciones y no es Bouchoneé (se lee Bu-cho-nê, un fuerte olor que indica que el vino, en muchos casos, está dañado por la contaminación de los tapones por hongos). De acuerdo, para un principiante es muy difícil identificar eso. Mejor huele el vino que se te servirá, para que demuestres que sabes lo que estás haciendo.
Disfruta tu copa, seguiremos brindándote buenos consejos sobre este maravilloso mundo del vino.
